lunes, 9 de mayo de 2011

Fragmento de Cuento Hijo del Sol

En una tierra muy muy lejana y a la vez cercana donde la maldad, ni el bien existían, donde el absoluto reinaba un niño nació… el hijo del gran sol… a su imagen y semejanza… no era ni el primero, ni el último, de la descendencia del esplendor.

El pequeño infante sonreía al sentir la luz que todo lo cubría y en sus ojos oscuros y profundos como el infinito se veía la chispa de la voluntad  sincera, su rostro como toda su piel era blanca como el brillo de una estrella en la noche eterna, sus cabellos largos con tenues rizos de color dorado y rojizos atardecer.

El niño se preguntó porque había nacido, porque había surgido de su Padre que todo lo abarcaba, que posible destino habría para su existencia ¿acaso era necesario?... sintió miedo por un momento, pensó que podría ser un error y que sería borrado de la existencia para así corregir el orden natural… y comenzó a llorar por la angustia y la desesperación como cualquier  recién nacido desconsolado.

¿Por qué lloras mi querido hijo? –pregunto una voz que lo abarcaba todo-.
Por más que lo pienso no poseo una razón de ser –dijo el niño mientras le corrían lagrimas plateadas a través de su bello rostro-, simplemente no veo mi destino en la eternidad si tú ya todo lo puedes y mis hermanos y hermanas abundan… no soy nada especial.

Hijo mío, hijo mío te preocupas sin una verdadera razón –dijo la voz poderosa-  ¿crees qué no tienes razón de ser?, pues estas en lo correcto ¿crees ser una equivocación? Estas equivocado…

No te entiendo querido Padre –respondió  el niño tratando de controlar las plateadas gotas que caían de sus ojos- .

No hay nada en la basta creación que sea un error…  -hablo la potencia- tiene su razón de ser y de una manera que te puede parecer extraña todo se coordina para que los rayos provenientes de mi corazón toquen la esencia de mis descendientes.

Entonces, ¿cuál es mi propósito? –Preguntó el pequeño con un tono de alivió-.

Sinceramente ninguno –respondió el Padre-.

Pero necesito una razón para existir… -suplico el hijo- un propósito.

No hay objetivo que te pueda dar –anunció el Padre- la única verdadera razón para la existencia es la felicidad… se feliz… el método que utilices dependerá de ti… de lo que descubras en el universo que puedes ver, sentir y experimentar o incluso en el que seas capaz de dar a luz con tu fuerza creativa… no hay respuestas definitiva… eres mi hijo y te es todo posible… expándete.

El Gran sol se manifestó en presencia ante su hijo en una forma comprensible para él…  abrazadoras llamas de color dorado plata…el niño sintió el abrazo infinito de toda la realidad e incluso pudo percibir algo que lo sobrepasaba.

Conoce todo lo que está aquí para ti y tus hermanos,-resonaron el fuego eterno- es tu opción elegir como utilizaras el gran don que se te ha concedido.

¿Cómo he de hacerlo? –preguntó con un rostro lleno de inocencia-.

Como todo ser lo ha hecho ahora, antes y después –hablaron las llamas de la inmensidad-emprendiendo un viaje… la peregrinación de la existencia… tú ya posees las respuestas a toda interrogante, solo debes descubrirlo.

¿Cuál es la dirección? ¿Cuál es la meta? –preguntó al universo con angustia-  tengo… miedo de errar y perderme en el  camino.

No debes temer avanzar –dijo el Padre- tú eres la luz de mi corazón… eres el deseo sincero que ha brotado del esplendor… la luz que ilumina las sombras… la expresión del absoluto que posee la capacidad de la concreción si así estimas que sea tu desarrollo.

Pero… Padre no deseo alejarme de tu lado –suplico con ojos lagrimosos-  eres todo lo que necesito.

Eso no es cierto y lo sabes –vibro armoniosamente la extensión- jamás me alejare de tu lado, pues estoy en todos… absolutamente todos mis hijos y aunque no lo entiendas y suene extraño ahora necesitas más de lo que soy… te necesitas a ti… y para eso lo primero que requieres es una sonrisa en ese bello y pequeño rostro tuyo.

El niño rio y una luz cegadora broto de todo su ser… y pensó en buscar sonrisas en mi búsqueda y comenzó el viaje alejándose de la visión del Grandioso…  aunque poseía la certeza que sería imposible alejarse de Él pasara lo que pasara…

No hay comentarios:

Publicar un comentario